Lecciones en recambio de líderes

Por: Gabriel Torres Salazar
Nº 382 -
enero - 2024
Lecciones en recambio de líderes: Dos noticias de interés

Dos noticias de interés –porque hay muchas que no lo son--, difundió la prensa el fin de año. Ambas relacionadas con cambios de ejecutivos superiores en importantes compañías multinacionales con sede en Estados Unidos e incidencia directa en diversas naciones del globo y en el quehacer cotidiano de empresas y personas. Una, es del rubro tecnológico, y vaya de qué tecnología se trata. La otra, es del giro de contabilidad y auditorías, y vaya qué importancia tienen en el grupo de las big four.

Las noticias sin interés, -para que no quede en el aire la afirmación inicial--, son aquellas de realitis, de publicidad inoficiosa, de portadas alarmistas, inicio de noticiarios o simple chimuchina. Todas fuera de estas líneas.

Estos recambios son propios al fin de ejercicios anuales. Ocurren por incumplimiento de metas, nuevos objetivos, cambios corporativos. Pero, que sucedan en noviembre o meses anteriores, llama la atención. Esto último, es lo que pasó hace unas semanas, informado profusamente en la prensa e Internet. Aunque, en rigor, los despidos y contrataciones por cambios en la propiedad societaria, modificaciones corporativas o evidencias en delitos de corrupción, no tienen fechas fijas.

¿Qué fue?

Ni más ni menos que del despido en una compañía de alta tecnología, la norteamericana Open AI, de su fundador y CEO (Chief Executive Officer), una especie de gerente general, a cargo de guiar la empresa en el mundo de la Inteligencia Artificial (IA). El afectado fue Sam Altman, cerebro en el diseño, elaboración y puesta en servicio de la exitosa aplicación informática, conocida masivamente, a comienzos del año, con el nombre de ChatGPT. La interacción, de usuarios con este utilitario de alta tecnología, permite encontrar información en tiempo real de los más variados temas. Mediante preguntas se obtienen respuestas in situ del Chatbot, superando de este modo a otros buscadores de datos preexistentes en Internet.

Si el despido llamó la atención, hasta del público en general, no menos sorprendente fue su reincorporación cuatro días después. Las razones comentadas en la prensa norteamericana y nacional indican que la desvinculación fue por “pérdida de confianza”, mediada por problemas éticos en el desarrollo y comercio de aplicaciones con IA. El directorio deseaba mantener el giro sin ánimo de lucro de la compañía, desde su fundación en 2015. El CEO, en cambio, aspiraba a un tránsito hacia empresa rentable, luego de las innovaciones y elaboración de productos tecnológicos inteligentes. Además del desarrollado de más aplicaciones con niveles de IA superiores de autoaprendizaje, denominada Inteligencia Artificial General (Q*).

En síntesis, ganó el ejecutivo: renunció el presidente de la compañía y se cambió a los integrantes del directorio con foco académico, por equipo orientado a los negocios y alianzas con empresas globales de alta tecnología.

La otra noticia destacada fue la difundida en la presa internacional (WSJ) y reproducción nacional (EMOL) acerca de empresas de la industria de la contabilidad y auditoría que difieren en la elección de jefes globales. Se refieren a EY (Ernest & Joung) y PwC (PricewaterhouseCoopers).

A partir del reconocimiento de que la facturación de las consultoras internacionales de este rubro, con sedes también en nuestro país, han reducido sus ingresos por servicios de auditoría a nivel global, estas firmas están renovando sus mandos directivos superiores, con perfiles diferenciados y énfasis en servicio también diferentes.

Así, EY eligió a la contadora (CPA, Certificate Public Accountand) Janet Truncale, para el cargo de presidenta y jefa ejecutiva global y foco centrado en servicios de contabilidad, auditoría y consultoría. Se trata de la primera mujer que dirige una de las big four, es especialista en temas financieros.

PwC, por su parte, nombró en similar cargo, al ingeniero eléctrico Mohamed Kande, con desarrollo e interés corporativo en materias de consultoría. Se trata de una persona de origen africano nacionalizado en USA, experto en materias de consultoría.

La noticia señala que estos “nombramientos representan un avance en la diversidad de liderazgo, después de décadas en que las big four han sido presididas principalmente por hombre blancos” (una contadora otro ingeniero, una mujer otro varón, una blanca otro negro, una especialista financiera otro experto en consultoría). Los rasgos comunes de estos dos directivos superiores, en tanto, están en la edad: ligeramente sobre los 50 años, con la misión de elevar los ingresos de sus compañías, defender y prestigiar las marcas que representan estas firmas; y competir en un mundo cambiante de negocios y empresas tradicionales y, las más, de elevada tecnología en el mundo entero.

Estas escuetas noticias internacionales de recambio de ejecutivos dan luces sobre la dinámica empresarial para tomar decisiones, aunque subyacen problemas no resueltos de ética empresarial de fondo. En la tecnológica, es sobre desarrollos y uso de la IA, sin reglamentación adecuada. En las consultoras, es la fiabilidad en los dictámenes de auditoria, cuando se es consultor al mismo tiempo.

De ambos casos se debe aprender en nuestro medio, para no caer o incumplir normas de probidad y ética empresarial. Porque ejemplos de malas prácticas tenemos aquí. Entre ellos está la batahola, por conflicto de intereses, en la designación y renuncia obligada de CEO en una red de hipermercados (Consorcio Cencosud), o en los vergonzosos delitos de corrupción legal/empresarial en el “caso audio” (compañía de factoring), o delitos de transferencias de fondos públicos a seudas fundaciones y particulares.

[1] Artículo editorial en revista Contabilidad, Auditoria e IFRS, N°382 enero 2024, Editorial Thomson Reuters, Santiago, Chile

 

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